Antidepresivos

Cymbalta es el nombre comercial de la duloxetina. Actúa inhibiendo la recaptación de serotonina y noradrenalina. Además de la depresión, se utiliza para tratar trastornos de ansiedad generalizada y dolor neuropático.

Desyrel o trazodona, es un antidepresivo que actúa como modulador de varios receptores de serotonina. Se destaca por su efecto sedante, útil para pacientes con insomnio asociado a la depresión.

Effexor y Effexor XR contienen venlafaxina, un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina. La versión XR ofrece liberación prolongada. Son indicados para episodios depresivos, trastorno de ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.

Elavil, con amitriptilina como principio activo, es un antidepresivo tricíclico. Aunque tiene más efectos secundarios que los ISRS, sigue siendo útil en casos complicados o donde se busque también analgesia.

Endep, cuyo principio es doxepina, también es un tricíclico. Se emplea en la depresión, ansiedad y trastornos del sueño debido a su efecto sedante.

Eskalith se refiere al carbonato de litio. Es un estabilizador del estado de ánimo, no un antidepresivo clásico, pero se utiliza en trastornos bipolares para prevenir episodios depresivos.

Geodon o ziprasidona es un antipsicótico atípico usado en combinación con antidepresivos para tratar trastornos graves de ánimo, especialmente en episodios maníacos y depresivos.

Lexapro contiene escitalopram, es un ISRS más selectivo y potente que Celexa. Su uso está muy extendido debido a su eficacia y bajo perfil de efectos secundarios.

Luvox, o fluvoxamina, también es un ISRS pero se usa más en trastornos obsesivo-compulsivos y en depresión. Tiene interacciones específicas que se deben supervisar.

Nortriptyline es un antidepresivo tricíclico que también se emplea en dolor neuropático y migraña. Su uso debe ser cuidadoso debido a efectos secundarios cardiovasculares.

Pamelor, con nortriptilina, es similar en función y uso a otros tricíclicos. Tiene un efecto calmante y antidepresivo importante.

Paxil y Paxil CR contienen paroxetina, un ISRS. La fórmula CR es de liberación controlada para mejorar la tolerancia y reducir efectos secundarios. Es muy usado en depresión y ansiedad.

Remeron o mirtazapina es un antidepresivo que aumenta la liberación de serotonina y noradrenalina de forma indirecta. Es especialmente útil en pacientes con problemas para dormir y apetito reducido.

Risnia es un antipsicótico atípico, parecido a Risperdal (risperidona). Ambos se utilizan para trastornos psicóticos y como complemento en episodios depresivos resistentes.

Seroquel o quetiapina es un antipsicótico atípico con efectos antidepresivos. Se usa para episodios maníacos y depresivos, a menudo asociado a trastornos bipolares.

Sinequan es doxepina, mencionada antes, ideal para insomnio y ansiedad en pacientes depresivos.

Tofranil es imipramina, un antidepresivo tricíclico clásico. Es efectivo pero con perfil de efectos secundarios que requieren vigilancia.

Venlor o venlafaxina es otro nombre comercial de Effexor, con los mismos efectos y usos.

Wellbutrin y Wellbutrin SR contienen bupropión. Se distinguen por ser estimulantes y menos causantes de disfunción sexual. El SR es formulación de liberación prolongada.

Zyprexa o olanzapina es un antipsicótico atípico que también se usa para estabilizar el ánimo en episodios maníacos y depresivos. Se recomienda en combinación con otros antidepresivos.

En general, los antidepresivos son herramientas fundamentales en la salud mental. El tratamiento debe ser personalizado según el diagnóstico, la respuesta al medicamento y la tolerancia del paciente. Los ISRS como Lexapro, Celexa y Paxil son los más comúnmente recetados debido a su balance entre eficacia y efectos secundarios. Tricíclicos como Elavil y Tofranil aún se usan, especialmente en casos resistentes. Los antipsicóticos como Seroquel, Risperdal y Zyprexa se emplean en trastornos complejos o bipolares. Por último, estabilizadores del ánimo como Eskalith son clave en trastornos bipolares.

Es fundamental que el uso de estos medicamentos sea supervisado por un profesional de salud. Los pacientes deben informar sobre cualquier efecto adverso y evitar suspender la medicación sin orientación médica. Además, la combinación con terapias psicológicas mejora los resultados a largo plazo. El conocimiento y acceso a estos medicamentos permite abordar la depresión desde múltiples perspectivas, aumentando la calidad de vida.